domingo, julio 07, 2019

Rebeldías oficiales

En una escena clave de la clásica película The Matrix, el Arquitecto le explica a Neo que la ciudad de Sion y toda su vida rebelde son en realidad parte de su plan, un cuidadoso diseño para contener a los descontentos y los insatisfechos, para encarrilar dentro de la Matrix a quienes huyeran de ella.


En Los Libros del Sol Nuevo de Gene Wolfe, Severian se encuentra finalmente con el Autarca, quien le confiesa que él mismo organizó la Rebelión, de la que Severian fue parte en su personalidad pasada de Thecla, para encausar la tendencia a la rebeldía de los ciudadanos de la Mancomunidad hacia una dirección segura.


En La fe de nuestros padres, de Philip K. Dick, (publicado en la antología de Harlan Ellison Visiones peligrosas), el protagonista se encuentra cara a cara con Gengis Mao, un dictador comunista que controla el mundo. Éste se le revela como un ser sobrenatural y todopoderoso, fuente a la vez de todo bien y de todo mal, de todo el orden y de todo el caos.


La omnímoda, corrupta, cruel, pero discreta Instrumentalidad del Hombre, inventada por Cordwainer Smith como la acaparadora del poder en su historia del futuro, tiene una sola regla: sobrevivir. Y para ello viola, contradice y se rebela contra sus propias leyes cada vez que las circunstancias lo hacen necesario.


Pensemos en nuestro mundo real a la luz de esas ficciones ¿Cuántos movimientos rebeldes son diseños del Arquitecto? ¿Cuántas resistencias son solo imaginaciones del Autarca? ¿Cuánto bien y cuánto mal son sólo diferentes caras del mismo Gengis Mao? ¿Cuánto escepticismo contra las instituciones no es sino corrupción de la Instrumentalidad?

Tantas formas de rebeldía antisistema ¿No tendrán acaso un lugar en el Sistema? La izquierda académica posmoderna, el progresismo individualista neoliberal, el feminismo radical y desclasado, el libertarianismo ingenuo… ¿no serán tal vez rebeldías permitidas, para canalizar el descontento intelectual y mantener el foco desviado respecto del verdadero poder en el orden mundial?

Incluso las formas menos intelectuales de rebeldía. El negacionismo anticientífico escéptico del calentamiento global, de las vacunas, de los medicamentos, o de la esfericidad de la Tierra… ¿podrían no ser sino creaciones del mismo poder omnímodo que del sus suscriptores claman descreer?

¿O debemos tal vez pensar que, habiendo escritores y guionistas imaginado una tan buena idea para controlar las rebeldías de sus mundos imaginarios, los poderosos del mundo real hayan decidido no usarla?

(CC BY 2.0, by tomatoes and friends)