sábado, mayo 03, 2008

en Un mundo Feliz, de Aldous Huxley

—Pero, mi querido amigo, con mucho gusto, te lo aseguro. Con mucho gusto. —Henry Foster dio unas palmadas al hombro del Predestinador Ayudante—. Al fin y al cabo, todo el mundo pertenece a todo el mundo.

Cien repeticiones tres noches por semana, durante cuatro años —pensó Bernard Marx, que era especialista en hipnopedia—. Sesenta y dos mil cuatrocientas repeticiones crean una verdad. ¡Idiotas!

4 comentarios:

El Verdugo en el Umbral dijo...

Ud. no va a creerme, pero recién ahora (luego de varias leídas) caigo en la cuenta sobre qué trata este bello blog y de su formato.
No va creerme tampoco que algo así (micho más tosco) se me había ocurrido.
Temgo un par de permisos que pedirle. Se los envío por mail.

El Verdugo en el Umbral dijo...

Sí! La terminación tops es lo que pone la frutilla del postre en el hallazgo didáctico. Una tarea muy importante a realizar con los niños (que se enmarca dentro de lo que denominamos en didáctica "derechos del lector") es la de evocar. Justamente como Ud me ejemplifica por mail: "cómo harías para recomendar este libro"; "qué partes recordás", "de ellas, cuál te parece que podría seducir a otros para que se acerquen a leerlo".
Por otro lado está esta idea de que toda obra literaria solo está concluida cuando otro la leee. Y ahí todos somos “testarudos” con nuestras imágenes e interpretaciones.
La idea de hacerlo con los niños me entusiasma. En breve voy a escribir la secuencia didáctica y se la envío (obviamente voy a hablar con los chicos sobre dónde conseguí el nombre “Literatops”

Si quiere ver algo de lo que hacemos pase por
http://quintocho.blogspot.com/

Jimena Gale dijo...

Lei hace poco ese libro, y aunque no me gustó demasiado... sobre todo el final... pero toda la parte donde explican como predestinan a la gente me shockeo, sobre todo cuando los acostumbraban a que la naturaleza, el arte... traia dolor.
Los medios ahora son mas sofisticados, casi imperceptibles.
saludos!

Severian dijo...

Huxley decía que el final del libro había sido un error de juventud, y que si lo reescribiera, daría al salvaje la posibilidad de elegir entre el irracional orden el brave new world o algún lugar más razonable donde terminar sus días.

Ese libro me impresiona. Es una situacion conpletamente irracional donde no puede decirse que alguien sea el claro beneficiario de ese orden, es simplemente el orden más estable y por eso perdura. La idea es muy fuerte.

En cuanto al condicionamiento, pienso que nosotros también lo sufrimos. Un bombardeo constante desde los medios y las escuelas desde que somos chicos nos enseña a aceptar las definiciones de "bien" y "mal" sin cuestionarlas ni racionalizarlas. Sesenta y dos mil cuatrocientas repeticiones crean una verdad solo que las repeticiones no están a cargo de un parlante a los pies de todas las camas, sino de una pantalla en el extremo de todas las mesas... versión moderna de la hipnopedia.